El ligamento cruzado anterior es uno de los ligamentos que más se lesiona. Funciona como estabilizador, manteniendo los dos huesos unidos mientras se deslizan al hacer movimientos.
Es importante aprender a identificar los síntomas de una posible lesión del ligamento cruzado anterior y acudir a un experto para una evaluación:
• Inestabilidad al andar: Se presenta cuando realizamos movimientos bruscos para cambiar de dirección al caminar o correr. Se describe como una pérdida de equilibrio o fuerza en las piernas y puede provocar caídas.
• Dolor en la rodilla: En sí, la lesión del ligamento cruzado anterior no produce dolor, pero usualmente viene acompañada de lesiones de menisco o del cartílago, las cuales si producen molestias y dolor.
• Inflamación: Al realizar movimientos repetitivos de tensión para la rodilla se presenta la inflamación alrededor de la rodilla.
Se recomienda un tratamiento tradicional como reposo, fisioterapia y medicamentos bajo receta. El objetivo final del tratamiento es la reincorporación total a las actividades usuales del paciente.
En el caso de no llegar a la meta en lesiones parciales o completas, se pueden explorar opciones quirúrgicas, por ello, como profesional de la salud, busco la mejor opción para el tratamiento de cada problema que presentan mis pacientes.